En marzo de 2014 entré bajo nómina en Eptisa Tecnologías de la Información tras algo más de un año de inactividad laboral. La crisis del 2008 propició el cierre de La Técnica y tras un breve periplo en otra empresa comercializadora con ausencia de proyectos para mi expertise, me llevaron al desempleo.
En los finales de febrero por uno de los portales de empleo vi una oferta en el que se necesitaba un comercial de Trimble, en el que mis conocimientos y experiencia en la Topografía se alienaban con el trabajo.
Competí en un par de entrevistas con la postulación de casi un centenar de candidatos y fui el afortunado.
Un breve periodo de formación a cargo de compañeros en el departamento de tecnologías aplicadas y ya estaba en forma para realizar las tareas de gestor, consultor y soporte posventa de la división Mapping GIS de Trimble en España de la que EptisaTI era distribuidor en exclusiva.
A partir de aquí comencé a tener relaciones profesionales con los departamentos de agricultura, desarrollo rural de administraciones autonómicas y diputaciones. Empresas de uilities, gestión forestal, aguas y todos aquellos que necesitaban una posición GPS generalmente submétrica
Una precisión que me hizo ver que hay vida más allá del centímetro, que no todos los trabajos en topografía son centimétricos, que también se hacen proyectos submétricos o incluso métricos.
Que a las afueras de los núcleos urbanos los trabajos catastrales, forestales o incluso la gestión de ayudas PAC con tener una precisión submétrica les es suficiente.
Por ello los métodos de medición son diferentes a los trabajos topográficos de alta precisión. Entraron en mi léxico diario las palabras SBAS, EGNOS y postproceso. Satélites de aumentación aérea que por si solos, gratis y sin conexión a internet en el campo ofrecen esta precisión submétrica en tiempo real. Descubrí que los viejos métodos de postproceso, que supe de ellos con el uso de los equipos GPS monofrecuencia en las mediciones iniciales de las vías férreas para el AVE a finales del s. XX.
El equipo estrella que comercializábamos era el Geoexplorer. Llegué en los inicios de la aparición del modelo GEO7X, de batería intercambiable, cuatro opciones de precisión desde el centímetro a algo menos del metro. Si las versiones anteriores no ofrecían tiempo real NTRIP con tarjeta SIMM dedicada ya venía de serie. Distanciometro incorporado que daba la posibilidad de medir puntos inaccesibles y entraran en el fichero SHAPE como un punto más.
Todo lo anteriormente explicado y alguna característica más eran potenciados por la manejabilidad, ergonomía y sencillez de uso en un formato “de mano” con una gran pantalla visible en exteriores, batería para un día de trabajo y la comodidad de su transporte en los entornos rurales y forestales de difícil acceso y donde un cable se engancha en los arbustos y un jalón puede dar lugar a caídas por los taludes.
La crisis económica se alejaba y empezaban a surgir las licitaciones de los organismos públicos con decenas de equipos. Circunstancias profesionales motivaron mi cambio de empresa junto con la distribución desarrollando la distribución bajo otras fórmulas que me han permitido crecer tanto en el trabajo como lo personal con nuevos productos con la comunicación digital y marketing social media.
Me he hecho un experto en los ficheros Shape SHP de características con atributos e imágenes geo-referenciadas. Aquí ya no es solo un punto con su apellidos, sino que se le añade los nombres de padre y madre, dirección, procedencia. Al disponer de más geo-información los puntos, líneas o polígonos con coordenadas los análisis y comportamientos del trabajo son más completos.
La comercialización de soluciones de geoposicionamiento adaptadas a todos los campos y sectores en los que se puede aplicar el GIS me ha permitido situar mis conocimientos y experiencia de la topografía por más de veinticinco años a todos los profesionales que necesitan de ese plus en su utilización.
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Interés por la Geomática by Juan Toro 