Hoy se inicia la temporada de vacaciones de verano para la mayoría de los que estamos en España y Hemisferio Norte. Que mejor que hacerlo con un relato y que no haya tanta seriedad.
Interés por la geomática nació como un espacio que combinaba la escritura con todo aquello de la profesión que estuviera publicado en internety fuera curioso e interesante. Para los que no sepáis, hace tres años me inicie «más en serio» en la escritura creativa recibiendo formación en talleres de relatos cortos.
En todos este tiempo no he escrito ningún relato con temática de Geomática y Topografía. Este es el primero. Para leerlo pinchar en el siguiente enlace:
Si no habéis visto las referencias por las RRSS y estados de WhatsApp, aquí podréis ver toda mi «fabricación literaria» ajena a la profesión.
Animo a que leáis el relato y que me comentéis ya sea en los espacios de comentarios o en privado que os ha parecido. Prometo que la pareja de topógrafos tendrá alguna que otra aventura en las próximas semanas.
Comentar a nuestros amigos latinos y de otras latitudes que un décimo de lotería es una participación que corresponde a un número de 5 cifras con el que se participa en sorteos oficiales de lotería en España, como la Lotería de Navidad, muy popular, o sorteos semanales. Cada décimo representa una fracción del billete completo y tiene un precio fijo, que varía según el sorteo: por ejemplo, en la Lotería de Navidad en la actualidad cuesta 20 euros.
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En el artículo de hoy me voy a ir a una reflexión nueve años atrás (2016) en la que se hablaba en ese momento de un posible futuro de la topografía. El método era un podcast publicado en internet como soporte publicitario por un fabricante de aparatos de amplia trayectoria en España.
La entrevista se realizaba a Nikolas Smilovsky como director de cartografía con más de 16 años de trabajo en una empresa estadounidense proveedora de telecomunicaciones y servicios públicos. En esta empresa según él, los departamentos de cartografía y topografía tenían una gran importancia para desarrollar proyectos de ingeniería, telecomunicaciones de red y construcción como gestores de los datos geoespaciales, que eran claves para acometerlos. Aparte N.S. supervisaba las prácticas de los estudiantes de pregrado del programa de Tecnología Geoespacial de la universidad del Estado.
En sus palabras comentaba que la tecnología geoespacial estaba despegando y ya entraban en auge los drones en los que era muy imporante la coordenada geoespacial como en el caso de los utilizados para hacer cartografía.
En Estados Unidos como país, la topografía aun habiendo siendo el modo de vida de los padres de la nación, (leer; Tres Topógrafos ilustres y un ‘convidado’ de piedra) en los estudios de secundaria ya había dejado de tener difusión como salida universitaria. 30 años antes si encontraban a un escolar al que le gustara las matemáticas y trabajar al aire libre se le postulaba para topógrafo. Ser topógrafo era muy popular. Aquí por mi parte entiendo que la crisis económica del 2010 con un gran descenso de construcción y aumento del paro entre sus técnicos, siendo los topógrafos unos de ellos, haría que nadie quisiese estudiar una profesión que llevará al desempleo. Lo mismo que nos ha ocurrido en España y el otras partes de la órbita occidental.
N.S. apuntaba en ese momento que existía una gran polarización entre los profesionales dedicados a los GIS y lo topógrafos de campo. Incluso los primeros ya que disponían de puestos de trabajo con un cierto valor tecnológico denostaban a la topografía convencional. Por mi parte en esos años yo compartía ese mismo razonamiento para España que no distaba mucho de Estados Unidos. El único trabajo que existía de manejo de datos geoespaciales eran los relacionados con el GIS. Tanto N.S. como yo creíamos que la solución era combinar ambos ámbitos o comunidades geoespaciales. Los datos topográficos son el origen de un BIM y de un GIS, porque sin ellos no son posibles. Aquí podría hablar largo y tendido de «mis dos encuentros de Geobloggers realizados en la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad Politécnica de Madrid
El mensaje para difundir a los potenciales estudiantes de Geomática era el añadir al gusto por la matemáticas y el aire libre, los gustos por la cartografía y la tecnología.
Trayendo las palabras textuales de N.S, las cuales comparto. (Disculpad los errores de traducción) y que aún son muy válidas en la actualidad «Creo que con la tecnología actual y nuestro mundo global interconectado, cuando los estudiantes se incorporan al mercado laboral, quienes están mejor preparados para asumir diferentes puestos en cualquier momento suelen conseguir el trabajo. ¿A qué me refiero? Literalmente, no te centres tanto en tu trabajo que, si eres topógrafo, no te cierres a la tarea de, por ejemplo, realizar topografía de oficina, como trabajar detrás de un ordenador, hacer dibujos CAD o el dibujo técnico asociado. Si trabajas con SIG, no te centres tanto en el análisis de bases de datos que no veas el mérito de recopilar las posiciones correctas sobre el terreno. De nuevo, se trata de tener una mente abierta a todas las tecnologías distintas y ciencias involucradas en la comunidad geoespacial para poder desempeñar esas funciones diferentes»
Además no solo hay que ceñirse a un trabajo propio de topógrafo porque «existen muchos empleos que utilizan las habilidades de los topógrafos y profesionales geoespaciales. Por ejemplo, un científico ambiental que mapea los hábitats de las tortugas del desierto podría utilizar un topógrafo.»
No puedo estar más de acuerdo, en mi experiencia como suministrador de equipos topográficos me he encontrado demandantes de una solución de captura con precisión que no tienen una dedicación absoluta con la topografía. Algunos de ellos habían cursado la Ingeniería en Topografía pero estaban auxiliando a otras disciplinas como la Arquitectura o la ingeniería forestal.
Insisto que mientras el ser humano tenga la necesidad de saber dónde está y el tamaño que ocupa lo que le rodea necesitará la Geomática y la Topografía.
Para conocer más sobre la entrevista haz clic aquí
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La precisión es un concepto muy manido y muy hablado en la Topografía. Cuando alguien dice Topografía de precisión es que se están usando instrumentos muy caros y poniendo mucho cuidado en la obtención de las medidas. La precisión es muy importante para conocer la naturaleza de los resultados de las observaciones y por ello se tiene en cuenta en los estudios y tratados sobre la profesión. En todo libro de Topografía suele haber un apartado de la precisión.
El término precisión también aparece en las hojas descriptivas de los instrumentos topográficos (Teodolitos, taquímetros, estaciones totales, niveles, GPS GNSS, laser escáner y todo aquel que sirva para hacer una medida, hasta incluso una cinta métrica) . Que el instrumento sea «mas o menos» preciso lo clasifica en un ranking, clarifica si puede realizar un trabajo (a veces determinado por un administrativo y no por la realidad) y es un argumento para su comercialización.
Y aquí es dónde pongo en acción la exactitud, la cual es confundida con la precisión porque ambos conceptos están relacionados y las palabras homónimas en inglés tienen una definición muy parecida
Precisión y exactitud son dos conceptos matemáticos estudiados en la carrera de Topográfía con una descripción muy técnica que el que la quiera conocer le invito a buscarlas en internet, comprar un libro avanzado de topografía o hablar con un profesor universitario de matemáticas. Aquí y cómo es el objetivo del blog las diré en un modo coloquial. Para ello lo diré con dos preguntas.
Precisión:¿Qué tan cerca están entre sí las mediciones repetidas?
Exactitud: ¿Qué tan cerca está una medición del valor real?
Y el mejor ejemplo para explicarlo es el con una diana y los dardos.
Imagina que estás tirando dardos a un blanco. Si los dardos se agrupan cerca del centro del blanco (exactitud) y también están cerca unos de otros (precisión), estás tirando tanto de forma precisa como de forma exacta. Si los dardos se agrupan entre sí, pero lejos del centro, estás tirando de forma precisa pero no exacta. Si los dardos están dispersos por todo el blanco, no estás tirando ni de forma precisa ni de forma exacta.
Entonces hay que decir que si un instrumento es «muy preciso» a lo mejor no es exacto. Se pueden dar las cuatro combinaciones. Aquí ya entran otros conceptos que están relacionados con las certificaciones, calidad en la construcción. Las calibraciones y verificaciones también son importantes cómo la naturaleza del trabajo y su forma de acometerlo.
Pero como siempre digo, antes de nada como profesionales, hay que saber lo que voy a hacer y con qué lo voy a resolver. Yo he conocido técnicos que han replanteado zanjas con una estación total de segundo y miniprisma. Después se marcaba con una raya de yeso arrojado con la mano y era excavado con una pala de un metro. Y luego está que llevar para tomar puntos un jalón de dos metros no convierte el trabajo ni en preciso y menos en exacto.
Recomendación.- No utilizar el texto aquí ofrecido para contestar preguntas de examen. Sólo usar para conversaciones coloquiales con personas ajenas a los instrumentos topográficos o de medición
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Tiempo atrás, por internet vi la foto de una placa de nivelación que no está colgada en su ubicación original, sino en un museo de Madrid. Busqué más información y las reseñas apuntaban a uno vecinal del distrito de Vicálvaro, cuyos fondos han sido recopilados por vecinos y entusiastas de la asociación Vicus Albus que lo gestiona. Vicus Albus obedece a la etimología «lugar blanco» de Vicálvaro en latín porque algunos lugareños remontan su origen a las canteras de yesos blancos de las que se tiene constancia de su uso desde la época romana.
Me apunté en la lista de lugares pendientes su visita y allí que me fui una tarde de hace unas semanas con un amigo a verlo por la placa de nivelación, pensando por qué esta de Madrid y se me había escapado para el artículo publicado hace unos años sobre todas las que hay colocadas por toda la ciudad. Un paseo por las placas de nivelación en Madrid https://interesporlageomatica.com/2014/03/25/un-paseo-por-las-placas-de-nivelacion-en-madrid/
Tuvimos la suerte de encontrarnos al presidente de la asociación, que en esos momentos estaba atareado digitalizando documentación, para contarnos la existencia del museo y la naturaleza de todos los objetos que allí exponen, algunos de ellos de lo más curioso por su singularidad y procedencia.
El lugar es curioso porque a través de donaciones de los objetos allí presentes se puede conocer el modo de vida y los lugares de interés que ha tenido la localidad de Vicálvaro, la cual fue anexionada como distrito junto a otras doce limítrofes con Madrid hace 75 años, para dotar de una mayor extensión al termino municipal de la capital. Y allí junto al algunas fotos aéreas y mapas del momento encontramos la placa de nivelación, un nivel antiguo sobre su trípode y un par de miras de nivelación. Todos ellos junto a otros objetos ferroviarios para constatar que Vicálvaro es y ha sido un importante nodo de estancia y circulación de trenes. La placa estuvo situada en la antigua estación de Vicávaro por la que circulaba el tren de Arganda que tenía por misión llevar los productos hortofrutícolas de la vega del Henares y el cemento de la explotación cercana de Portland Valderrivas a la capital. Los fines de semana eran los madrileños los que hacían de domingueros en los ríos próximos llegando a bañarse en ellos en verano.
Hoy en día el tren de Arganda, el cual se le conocía con el dicho de «Pita más que anda» ya no existe reconvirtiendo la estación para su explotación como tren de cercanías hacía Alcalá de Henares y el trazado es usado ahora para la línea 9 del metro.
Cómo en el momento de la remodelación no se tenía en cuenta preservar la placa de nivelación hubo suerte de que fuera donada a la asociación y esté allí expuesta. Cosa igual pasó con la de la estación de Chamartín. Estaría bien ahora en Chamartín, ya que se está procediendo a su ampliación se colocara una nueva placa.
Para saber más sobre el museo, ver fotos de los objetos, e incluso concertar una visita, la asociación tiene una página web: https://vicusalbus.org
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Aquí traigo una reflexión de la vivencia de un distribuidor de aparatos que leí hace unos meses por Linkedin.
Como bien sabemos todos los que estamos relacionados con la Geomática, esta es una ciencia tecnológica. Como tecnología que es sufre los rigores de los avances y la automatización. Que por supuesto bienvenidos sean, ya que permiten hacer el trabajo de una forma más sencilla y que los procesos que no aportan valor no sean tan importantes y quiten demasiado tiempo.
Citemos como ejemplo un terreno de 15 hectáreas. Hace cuarenta años su medición en campo era más costosa con una estación total que ahora con un receptor GNSS. Con una estación total era el ayudante el que situaba el punto con el jalón y prisma y ahora con el GNSS es el topógrafo que lo hace directamente y sabe dónde medir. Hay una mayor optimización y calidad en las tareas de captura que repercuten en el procesado y cálculo de los datos en gabinete. Los errores disminuyen y se disipan las faltas de entendimiento en campo con el ayudante que pueden hacer volver a repetir al menos una parte del trabajo por su mala definición.
Pero la facilidad en la actualidad de utilizar a priori un instrumento con la automatización de «basta con apretar un botón» tienta a otros profesionales afines, sin experiencia y sin nociones de topografía a manejarlos. Además, a día de hoy el riesgo es mayor por la falta de topógrafos ante la fuerte demanda de los trabajos que los necesitan.
Este distribuidor en el que me sustento y hago la reflexión comentaba que había vendido una pareja GNSS de fijo y móvil a un técnico, que tras una breve capacitación por ser el software muy intuitivo de usar, enseguida estaba preparado para hacer mediciones con precisión. Sus primeros trabajos iban a ser deslindes y segregaciones de fincas, los cuales ya de por sí, un topógrafo experto tiene que poner mucha atención.
A los pocos días el técnico novato le llamó ofuscado porque lo que estaba estaquillando en el terreno no coincidía y los vecinos colindantes estaban alterados porque con el replanteo invadía su propiedad. Achacaba la culpa a un mal funcionamiento de los instrumentos. Tras un breve análisis el distribuidor descubrió que las coordenadas y el dibujo del deslinde lo había calculado a partir de Google Earth. Para colocar el receptor fijo utilizó una esquina de la imagen satélite que había impreso para tal fin con las mediciones. El dibujo CAD muy bien detallado por tener grandes conocimientos como ingeniero lo había cargado en el colector para así saber dónde posicionar las estacas.
A cualquiera de nosotros se nos ocurriría una respuesta demasiado larga y quizás con algunos exabruptos ante el motivado ingeniero que había pensado: «ya que es fácil apretar una tecla de un instrumento debe ser fácil poner los puntos en el terreno».
Aunque hoy en día es muy sencillo utilizar un instrumento topográfico recién salido de fábrica, para el éxito de la medición o posición de puntos, se debe de hacer con la mínima capacitación de saber lo que se está haciendo y con que fines. Se debe de saber la precisión y el carácter de las posibles fuentes de datos. Y la formación sobre todo permite aplicar criterio, sentido común y el profesionalismo para acometer un proyecto con el método e instrumental más adecuado.
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Interés por la Geomática by Juan Toro 