Siempre me digo que, gracias al trabajo que desempeño estoy al corriente en un alto grado del avance de la tecnología geoespacial. Pertenezco a una generación que ha conocido la medición analógica y ahora desarrolla su actividad con la digital.
A nivel de tecnología de consumo aunque no soy un friki del último modelo de dispositivo, comprendo perfectamente lo que hace y para que sirve. En este sentido, me pregunto si ahora se despertara mi abuelo de «su letargo celestial perpetuo» sería capaz de desenvolverse en el día a día porque ahora tenemos un dispositivo en el bolsillo que es capaz de abrirnos la puerta a distancia, ajustar el termostato del aire acondicionado y que también tiene Lidar y GPS.
El trabajo del topógrafo profesional se ha hecho más cómodo gracias a: receptores GNSS en los que apretando el botón de encendido en pocos segundos ya dan precisión de centímetro (me podéis preguntar por ello), drones que mapean amplias extensiones de terreno o los escáneres láser con los que dando un pequeño paseo tenemos una nube de puntos 3D con muy buena precisión. Ni que decir tiene que son avances increíbles de la tecnología geoespacial porque si me echo atrás veinte años sería bastante escéptico sobre ellos
Ahora que hay GPS y Lidar en teléfonos móviles y que los equipos topográficos surge la pregunta: “¿La tecnología ha vuelto obsoleto al topógrafo profesional?” y habría que añadir a continuación: «¿Es necesario?»
En los teléfonos móviles llevamos Apps de geolocalización que muestran coordenadas. Los institutos geográficos públicos y entusiastas del GIS han hecho aplicaciones móviles que muestran la cartografía del lugar. Cualquier usuario accede a este software con su propio teléfono y por lo tanto puede posicionar su propiedad y calcular su superficie. Me consta que más de uno lo ha hecho y es conversación de café entre los geomáticos profesionales. Sin ir más lejos, yo las tengo.
Ante lo comentado en las líneas anteriores, entonces ¿por qué se debe de confiar en la ubicación que calcula un topógrafo de la que muestra una aplicación de teléfono móvil?
Hay muchas razones para confiar en los profesionales, aunque aquí voy a exponer cuatro.
1.- Precisión de los equipos
Los teléfonos móviles inteligentes con GPS tienen una precisión de alrededor de 5 metros, algunos indican menos, en circunstancias ideales, «campo abierto» y siempre que no haya arbolado o edificios próximos con lo que empeora. Los teléfonos móviles están construidos para un uso de consumo y no profesional, con lo que tienen muchas carencias para el uso de los peritos expertos en medición. Recomiendo ver gps.gov/systems/gps/performance/accuracy
Los mapas y datos geográficos ofrecidos en la mayoría de los programas par teléfonos móviles se obtienen de fuentes públicas y entidades gubernamentales dentro de las políticas de «datos abiertos».
2.-Exactitud de los datos ofrecidos por las aplicaciones.
En ellos, se refleja la leyenda en la que se eximen de responsabilidades ante equivocaciones, integridad o variación de la información.
3.- Razón catastral o registral de la ley
Una propiedad escriturada puede tener información discordante en su documentación. Un topógrafo gracias a sus conocimientos en leyes de propiedad y experiencia en la interpretación del terreno consigue resolver las contradicciones.
4. La responsablidad de los datos
Si un propietario por su cuenta y riesgo marca los limites de su propiedad ¿Asumirá su responsabilidad? Con responsabilidad me refiero a documentarlo y firmarlo institucionalmente.
Los topógrafos profesionales en sus cometidos y funciones deontológicas asumen estas responsabilidades.
Cierto es que hay muchos organismos que permiten que un propietario con los limites marcados en una app lo puedan registrar, pero yo me pregunto si será válido ante causas judiciales para darlo por correcto si entra en contradicción con las obtenidas y justificadas por un topógrafo como fedatario profesional y bajo su directa supervisión

Conclusión:
¿Por qué no se puede utilizar un teléfono móvil para hacer topografía?
“Porque no es la herramienta adecuada para el trabajo”.
Para justificar esta afirmación basta con extenderla al resto de oficios y profesiones que utilizan herramientas más o menos tecnológicas y aplicarse la misma pregunta para ellos.
Y sino se puede llevar a lo «más mundano». Muchas personas saben conducir y tienen coches en propiedad, pero no conducen un camión, hacen de policías o llevan enfermos de urgencia a un hospital. Saben conducir «la herramienta» que es el vehículo, pero no están habilitados en conocimientos y preparación mental para ello.
No andará muy lejos en el tiempo que un teléfono móvil tenga una gran precisión con los métodos de corrección adecuados, los equipos GIS – GNSS de mano ya lo tienen, pero no serán la herramienta adecuada.
Recientemente, me fui a la estatua del Ángel Caído del parque del Retiro de Madrid a certificar con un equipo de mano que está a una altura de 666 metros ya que su placa GPS interna ofrece el centímetro de precisión (Ver: aquí post Linkedin y antigua publicación: https://interesporlageomatica.com/2016/05/24/la-puerta-del-infierno-altitud-666-esta-en-madrid/ ). Un contacto en los estados de WhatsApp se entristecía por ello pensando en lo que avanza la tecnología geoespacial. Es así, pero como herramienta multipropósito tiene muchas lagunas para otros tipos de trabajos en los que se necesita una coordenada muy precisa.
Para redactar esta reflexión me he basado en el artículo de la revista digital American Surveyor https://amerisurv.com/2024/11/02/has-technology-made-the-professional-surveyor-obsolete/
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