Un temporal de frio y nieve nunca visto en décadas por su impacto mediático y de desastre se instaló los primeros días de enero en España. Se le bautizó como Filomena. (Desde hace unos meses toda borrasca con visos de ser algo más fuerte de lo común es bautizada)
Desgraciadamente por un alud en el Puerto de San Isidro en la Cordillera Cantábrica, León, dos operarios que estaban despejando de nieve la carretera fallecieron sepultados.

El cuerpo de uno de ellos fue localizado a las pocas horas, pero para el segundo se tardaron hasta veintiocho días.
Fueron importantes para su localización las técnicas geomáticas y topográficas no invasivas para descartar y acotar zonas en su búsqueda.
En el siguiente artículo publicado en la Nueva España el 3 de marzo de 2021, así lo atestiguan tras la entrevista a Cristina Allende, profesora de la Escuela de Geomática en Mieres.

Y es que nuestra profesión en determinadas circunstancias complicadas, aporta valor a la sociedad.
Como bien dice Cristina Allende en el artículo: «El Ingeniero Geomático es un informático que trabaja sobre el posicionamiento de las cosas, hace informática aplicada que actualmente está presente en numerosos dispositivos, como móviles inteligentes, tabletas y ordenadores. Y es que es raro que al abrir una aplicación en el móvil, ésta no nos pregunte para acceder a la ubicación. El germen de la geomática se encuentra en el manejo de la cartografía en papel, que con las nuevas tecnologías se hace más rápido y con mucha más precisión.»
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