20 años trabajando en la Geomática

Una de las primeras noches de Febrero de 1997, después de cenar, me acerqué de la mano de Fernando Angel García y mi buen amigo José Miguel Pintado, a la estación de la línea 6 del Metro de Madrid Vía Carpetana.Comenzaba mi primera andadura profesional, en la que estuve colaborando para la medición y  elaboración del taquimétrico de los túneles de  la Linea 6, entre Carpetana y Avenida de América, pasando por Ciudad Universitaria.

Un primer trabajo que a pesar de las vicisitudes de tener una estación total en mal estado, robo de croquis de campo de varias kilómetros en Principe Pio, calor y frio intenso, días y noches de tensión, etc., los afronté con mucha ilusión y ganas.

Fue una experiencia que todavía recuerdo, llena de anécdotas que como todo buen topógrafo que se precie intenta contar en sus tertulias de bar o conversaciones. Estoy escribiendo estas líneas y no paro de recordar las que más impacto me causaron.

Aunque ya había colectoras de datos tipo Psion LZ64, estaban fuera de nuestro alcance y apuntábamos los ángulos y distancia a bolígrafo en un estadillo, en la oscuridad del tunel, ayudados de una linterna de las de pilas de petaca.

Y a los cuatro meses de aquel febrero de 1997, llegamos José Miguel Pintado y yo, a Avenida de América  y nos tocó montar durante un fin de semana una oficina improvisada en casa de mis padres con varios ordenadores de la época, junto a otros dos compañeros Carlos y Sonia, para entregar el lunes siguiente como ultimátum todos los planos de CAD. Lo mejor fue la fuente de croquetas caseras que nos hizo mi madre, las mejores croquetas del mundo. Siempre diré que las mejores croquetas son las de mi madre.

Según terminé el trabajo de la Linea6 del Metro, solapé con la programación de ZAS para una Workabout MX en la extinta Servicios Topográficos La Técnica.
Después en una y otra ocupación a cuál mas diversa en el sector, que podéis ver en mi perfil de Linkedin.

Y así 20 años y los que queden levantándome por la mañana con el hambre de un vikingo, para dejar mi marca cuando acaba el día.
Como el buen profesional que aspiro a ser, siempre con la actitud y ganas de responder, de solucionar, atender, escuchar, ofrecerme y regalar la materia gris que contiene mi cabeza, mirando hacía adelante con simpatía, educación, orgullo y vocación de servicio.

¡¡A por otros 20 años con la ilusión del primer día!! y cuando acaben…¡¡A por otros tantos  y así más!!

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