Para este artículo cuyo titular hace referencia a una de las mejores películas del Western me apoyo en la opinión de uno de los directivos de las marcas que fabrican instrumentos.
Ya es difícil que la topografía tenga el romanticismo de medir lo desconocido en la Tierra por intrépidos exploradores ya que está prácticamente cartografiada. Es por ello que la topografía adquiere un mayor grado de especialización tanto a nivel de profesionales como de instrumentos. También al ser una disciplina técnica abraza los avances tecnológicos que la han hecho cambiar en las últimas décadas. Lo que la medición de un punto hace veinte años podía llevar días, hoy se puede hacer en segundos y con unos estándares de precisión espectaculares. La afección de la tecnología en la topografía provoca que los desafíos y las necesidades que la sociedad le demanda estén en constante evolución y de una forma exponencial cada vez más acelerada.
Lo bueno.
La demanda de los servicios en topografía vive un momento de bonanza. La utilización de los gemelos digitales está en constante expansión. Los modelos 3D con datos geoespaciales son fundamentales en la arquitectura, ingeniería y construcción. Los topógrafos están muy bien posicionados para satisfacer estos requerimientos gracias a la adopción de instrumental de captura masiva de puntos de última tecnología y de su alto conocimiento.
No obstante la sociedad aún se encuentra recelosa para asumir los precios de «más en menos tiempo» con lo que el topógrafo tiene el desafío en encontrar la fórmula que haga atractivo su trabajo. La clave está en saber transmitir a los clientes el valor agregado y quien lo consiga destacará del resto.
La eficiencia en «más en menos tiempo» es fundamental. Investigaciones tras encuestas realizadas demuestran que se está de acuerdo en ello gracias a la adopción de nuevas tecnologías y avances en el instrumental geoespacial consolidado. En ello los escáneres laser y los drones tendrán un lugar especial en el almacén del profesional de la medida de precisión.
Debido a la ingente cantidad de datos recopilados es fundamental que el topógrafo adquiera el conocimiento de incluirlo en su flujo de trabajo de una forma eficaz y con rapidez en la transferencia entre campo y oficina.

Lo malo
La automatización de procesos complejos y la facilidad de uso de los instrumentos topográficos ha propiciado que personas sin conocimientos realicen tareas en la recopilación de datos. Con ello el topógrafo profesional «con estudios» se enfrenta a una competencia no regulada que «es capaz de medir». El inconveniente de la combinación de la facilidad de uso con la competencia no regulada se puede hacer virtud ya que el ingeniero en topografía tiene que convertirse en el gestor de los datos. Él sabe los datos geoespaciales que demanda la sociedad con lo que tiene que ser el garante o gestor para que ello y utilizar todo el personal disponible que se los pueda proporcionar.
Lo feo
Vivimos en los últimos tiempos un auge en la construcción con lo que hay una fuerte demanda de recopilar datos geoespaciales con precisión y faltan muchos topógrafos cualificados a nivel mundial. El descenso demográfico en los países con estudios regulados en topografía, la falta de interés gracias a la crisis del 2008, la jubilación y abandono del sector son las causas principales que hacen que los números no mejoren en los próximos años.
Ante esos factores hay que lograr una mayor productividad y «hacer más en menos tiempo».
Los topógrafos que ejercen la profesión en campo tienen que mantenerse al día y adquirir las innovaciones. Los nuevos equipos topográficos gracias a la automatización de procesos y los entornos amigables de uso permiten hacer más operaciones y un mayor número de capturas en menos tiempo. Su software y firmware actualizado y de última generación permite incluso ofrecer resultados instantáneos, como el valor de un área o volumen al instante. Dichas operaciones hace unos años requerían varias jornadas de cálculo y trabajo en oficina.
Los desafíos a los que nos enfrentamos los topógrafos cada día son enormes, lograr «hacer más en menos tiempo» es fundamental. Para ello hay que lograr ciertos grados de especialización y de colaboración entre los distintos actores de la profesión y por supuesto aceptar la innovación para disponer una buena calidad de vida «haciendo valer nuestro trabajo»
Puedes encontrar el origen de este artículo / reflexión en la revista online GIM INTERNATIONAL https://www.gim-international.com/content/article/the-good-the-bad-and-the-ugly-of-the-surveying-profession
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