Una Dana, gota fría o episodio localizado de intensas lluvias ocurrió el pasado 29 de octubre de 2024, dejando tras de sí un trágico rastro de devastación con numerosos municipios inundados y más de dos centenares de víctimas mortales en la provincia española de Valencia.

En este artículo no me voy a centrar en las consecuencias porque para eso basta poner «DANA de Valencia» en cualquier buscador de internet para obtener cientos de resultados tanto de artículos de prensa, videos, fotografías y opiniones.

En lo que me concentraré será en el importante papel que ha jugado la Geomática para conocer su dimensión y realizar los pertinentes análisis y toma de decisiones. Tengo que decir que hasta que no leí el artículo en el que baso estas líneas no tuve conciencia real de su magnitud ya que los mapas que se obtenían a través de la prensa o servidores de mapas como Google Mapas me ofrecían poco detalle.

A los pocos minutos del desastre el sistema europeo satelital de incidencias climáticas de Copernicus ya se puso en mapa en ofrecer imágenes para los servicios de emergencias y actores en la toma de decisiones. Además la Universidad de Valencia a través de un equipo investigador de docentes con gran conocimiento de la zona y del elemento geográfico causante de la riada, confeccionó un mapa rápido y con mayor precisión con técnicas de teledetección y procesado de imágenes.

Pero otro elemento crucial que aportaron fue el de la participación ciudadana autentificada porque conocían a personas de las zonas inundadas que estaban siendo afectadas en tiempo real con lo que a partir de videollamadas y testimonios delimitaron la zona del desastre con mayor precisión si cabe.

El mapa creado y alimentado en tiempo real por la red de colaboradores se publicó en un visualizador el Instituto Cartográfico de Valencia con lo que de forma gratuita podía ser consultado por la ciudadanía y servicios de emergencia para la gestión de la ayuda, análisis y toma de decisiones.

Pero toda la información geoespacial recopilada en el mapa no se quedará en el momento presente ya que también va a servir para un mayor conocimiento del entorno y realizar estrategias de predicción para futuras DANAS con grado de afección en la misma zona geográfica.

Para saber más puedes consultar el artículo origen en:

El mapa de emergencia: cómo la UV delineó con precisión la magnitud de la DANA

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